Uno de los temas más tratados, por los medios de comunicación escritos, en la última semana de agosto y primera de septiembre, es lo que han llamado la tregua de los incendios forestales durante el verano, que aun no ha terminado. Con tan fausto motivo, hemos oído opiniones de profanos en el tema, que demuestran el desconocimiento de este fenómeno, por otro lado normal, pues desconocen, por no haberlos estudiado, todos los elementos que intervienen en este fenómeno, por lo que sus pontificaciones sobre el tema, como se suele decir en plan castizo, son “brindis al sol”.

    Cuando uno que vive en Madrid, después de transcurridos tres días desde que se declaró el incendio forestal de la sierra Norte de Guadalajara, levanta la vista en dirección a la salida del sol y sigue viendo como el denso humo por él generado, asciende hacia las alturas formando una nube tenebrosa de color oscuro, siente pena e impotencia ante esta catástrofe.

    Se podrá decir que sentir pena por ver el paisaje desolado que queda después de un incendio forestal, es normal para cualquier persona que sienta la más mínima sensibilidad por la Naturaleza, al ver que ha desaparecido todo vestigio de vida vegetal, y temporalmente, todas las especies de fauna que han podido huir del fuego, no volverán a animar con su vida estos territorios, hasta que el suelo se vuelva a cubrir con los distintos estratos de matorral, arbustos y arbolado, necesarios para su alimentación, protección ante sus predadores y lugares seguros para su reproducción.

    ¡Lo que faltaba! Ahora resulta que los componentes de las BRIF ( Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales ), dependientes del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, para prestar apoyo a las Comunidades Autónomas en la lucha contra los incendios forestales, se reivindican como fotógrafos. Y es que desde que los móviles, además de servir para comunicarse, pueden servir como cámaras fotográficas, se han dedicado en el primer incendio de este año, sucedido en Galicia durante el mes de marzo, a sacar una serie de fotografías del mismo, y colgarlas en la red para hacer su crítica particular al respecto.

    Dos meses antes de la llegada del verano meteorológico, tenemos que lamentar que dos importantes incendios forestales se han declarado en la comunidad valenciana, sin tener todos los medios en alerta, como si en estos territorios, característicos de representar a la más clásica vegetación mediterránea, los períodos de riesgo de incendios forestales tengan que coincidir con el resto de la península. A esta obviedad parece que no le prestan ninguna atención, en las distintas instituciones de esta comunidad encargadas de la prevención y extinción de los incendios forestales, pues si así fuera, al menos tendrían alertadas las medidas de prevención, como la vigilancia disuasoria y las cuadrillas de reten, para llegar al incendio treinta minutos después de haberse iniciado.

 

    Por si no tuviéramos bastante humo con el generado por los incendios forestales, acaecidos durante este mes de septiembre en Galicia, algunos partidos políticos, durante este mismo mes, se han dedicado a presentar como problema fundamental de España, reformar la Constitución para convertirnos en un Estado Federal, idea que podrían algunos compartir, si no existieran problemas más urgentes que resolver con anterioridad. Por ejemplo, la recurrencia de los incendios forestales mencionados; frenar el incremento galopante de nuestra deuda; terminar de pagar nuestros compromisos de todas las autonomías, como los de los llamados “bonos patrióticos”, que los propios patriotas se han negado a pagar y ahora tienen que hacer frente a ellos, los que los nacionalistas llaman “catalonófobos”; empezar a crear empleo, para rebajar nuestro paro y solucionar la situación crítica en que se encuentra un porcentaje inadmisible de nuestra juventud ...-etc..