Si hablamos de solidaridad, todos entendemos que es el sentimiento de los individuos de una sociedad unitaria, basado en intereses comunes. En una sociedad desarrollada como la nuestra, donde la especialización de cada individuo es origen de una gran independencia, es necesario implantar normas para que todos dependamos de todos, las cuales no deben mantenerse con el esfuerzo desproporcionado de unos cuantos, pues ello sería un abuso.

    Para mi la solidaridad fue descubrir hace tres décadas, que un estado federal como el de WYOMING, que forma parte de los EE.UU de América, que con 500.000 habitantes es el 59º estado del país en población y el 9º en superficie tiene, como el conjunto de los estados federales de esta nación, una autopista estatal que le cruza de sur a norte, y otra de este a oeste. Por supuesto, estas autopistas están conectadas con las de los estados limítrofes, formando la red básica de infraestructuras de este país, sin que tengan una justificación económica, pues nada justifica que el último estado en población y aislamiento, pueda hacer rentable esta infraestructura, como no sea la solidaridad entre todos los americanos, para que una pequeña parte de ellos ( 0,0014%) sean discriminados con relación a los demás.

  

   Menuda se ha liado después del Estado de la Nación, cuando muchos ilustres opinadores, la mayoría de ellos distinguidos representantes de partidos políticos, han insistido en que Europa rescató a España, pues fueron ellos los que se mostraron partidarios de que este rescate se llevara a cabo. Así se manifestaron en distintos medios de comunicación, por lo que quedó constancia de ello en hemerotecas y videotecas. Ante tal evidencia, han querido negar que el Presidente del Gobierno fue el único que rechazó el rescate, por las graves consecuencias antisociales que acarrearía.

    Nos hemos olvidado que el rescate, entre otras cosas, hubiera recortado nuestra pensiones. Dicen que estos recortes hubieran alcanzado un 20% de las mismas, como sucedió con los países rescatados. Pero hemos visto que los jubilados, sostén de la mayoría de sus hijos en paro, gracias a no rescatarnos, salvaron al Estado de tener que disponer de recursos especiales, para resolver esta situación. Nadie niega que, además de esto, la “Troika” hubiera enviado al paro a UN MILLÖN de falsos funcionarios, militantes y simpatizantes de los distintos partidos políticos, que siguen ocupando puestos exclusivos de los funcionarios de carrera. Pero todos estos agraciados, siguen creyendo que se lo merecen.

  Manifestación de Podemos el lunes 2 en Madrid.

    Cuando hablamos de algo simbólico, nos referimos a determinadas cosas que representan unos valores determinados, que no se corresponden con su valor material, sino que están asociados a unos valores espirituales, que nos hacen sentirnos unidos a ellos y que a todos nos representan. Me refiero a dos símbolos, la Bandera y el Himno, que para todos los países representan la nacionalidad de un país, y son los que sus ciudadanos han elegido, como símbolo de representación colectiva.

    No existe país en el mundo, que esté constituido como una Nación, que no disponga de una Bandera y de un Himno, como símbolos que representan a todos sus habitantes, y como tales son respetados. Puede que algunos españoles no sientan nada, ni siquiera respeto, cuando escuchan el himno nacional español fuera de España, porque dicen que este es un “himno cutre, pachanguero y faccioso”, que en realidad les gustaría escuchar la Marsellesa, aunque lo que se esté celebrando sea un triunfo español, ya sea en el deporte, la cultura o la ciencia.

  En primer plano político con 31 y 29 años

    Me voy a permitir pedir disculpas, por no dedicar hoy mi escrito semanal a temas dedicados con la Naturaleza y los montes. La presión política mediática, durante los últimos meses ha sido tan alta, sobre todo por los componentes del partido político recién creado, llamado PODEMOS, que todavía no he salido de mi asombro, al comprobar su llamativa juventud.

    Con esto no quiero trasmitir que los que se encuentran en esa maravillosa etapa de la vida, tienen que ser excluidos en la toma de importantes decisiones que afectan a la sociedad. Pero su colaboración, en un mundo globalizado, con instrumentos tan cambiantes para ser aplicados a una nueva gestión, debe estar más en lograr una buena formación, que en olvidarse del enorme esfuerzo que hemos realizado, para conseguir todos los avances sociales, y acabar tirándolos por la borda, por creer que estos han sido un experimento del laboratorio de la facultad donde ellos se han licenciado, y todavía no han abandonado, por lo que siguen sin haber dado el salto a la calle, y solo conocen de ella lo que algunos les han contado. Si la edad de esta juventud , en los últimos días, es de 29 años, como los que dice que tiene el futuro lider de IU, parece un poco pronto para poner en práctica, las distintas teorías aprendidas en la universidad, sin saber el resultado del experimento.

 

    Pasados casi 40 años de la muerte de Franco, habiendo vivido la transición hacia la democracia, y contribuido con todos los españoles a darnos una Constitución, ahora llegan unos cuantos jóvenes, a los que todavía les falta un quinquenio para cumplir cuarenta años, y nos dicen que todo el esfuerzo realizado, que hemos padecido para dejarles un pais equiparable políticamente, a cualquiera de las democracias existentes en el mundo, ha sido inútil.