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 Letizia Ortiz y sus tacones de Prada,
en el huerto de Michelle Obama

    La pasada semana, con motivo de ser recibidos nuestros Reyes en la Casa Blanca, la Sra de Obama, se ha preocupada de mostrar a nuestra Reina, lo feliz que se siente en cultivar un huerto ecológico en su jardín. La verdad es que a un pueblerino como el que esto escribe, le cuesta mucho trabajo imaginarse a Michelle Obama, con el agua mojándole los pies, por encima de los tobillos, olvidándose del riego por goteo, mientras riega a manta los distintos productos, por supuesto con agua clorada, o en su caso, para vender la patente del aparato doméstico de agua reciclada, el que ella emplea para depurar las aguas residuales domésticas de toda la Casa Blanca. ¡ Viva la ecología!

    Sin duda, también le habrá mostrado con orgullo, el material especial con el que están hechos sus pantalones de hortelana, para que las matas de las tomateras, al rozar sus piernas con ellas, no le irriten la piel, al contactar de forma directa, con los pelillos de sus hojas y troncos, y los guantes especiales para la recolección de los calabacines, que también irritan la piel estropeando las manos. Dentro de la lección práctica, dicen los periodistas que les han acompañado por el paseo, que no ha olvidado recomendarle que se busque un Cheff, como asesor técnico, en su caso es el español José Andrés, que le elige las mejores semillas transgénicas, para conseguir los frutos de colores variados, de maduración más rápida y putrefacción más prolongada en el tiempo, aunque estos, a pesar de presentar una excelente vista, no saben a nada. Pero no importa, porque si te asomas de vez en cuando en alguna conocida cadena de TV, y predicas un poco, sin dar trigo, sobre la bondad de producir con tus manos las hortalizas que te comes, los habitantes progres de tu país querrán imitarte, aunque desconozcan todo del medio rural, e incluso exigirán a los poderes municipales, que les preparen suelo en las grandes ciudades donde practicar este “hobby”, trás las concesiones correspondientes.

 Huertos urbanos en Montecarmelo, Madrid

    Pero fuera de bromas, esto es lo que hay, y parece que durante algún tiempo, para los propietarios de solares, si aprovechan esta magnífica promoción, será más productivo alquilarlos, para que su suelo se aproveche para transformarlo en en pequeñas parcelas de huertos urbanos.

    Está bien que nos quieran hacer creer, de la noche a la mañana, que disponer de la concesión de un huerto municipal, sea una necesidad básica para los ciudadanos de un gran municipio, cuando los más desfavorecidos, según ellos dicen, y estamos de acuerdo , están esperando que no les desahucien, por lo que hasta que esto no se solucione, no puede haber nada más urgente.

    Lo más raro de este afán de algunos por volver a prácticas que se desarrollaban en el medio rural, cuando muchos pueblos han desaparecido, a poco menos de una hora de grandes ciudades como Madrid, e incluso regalan terrenos municipales, es que no se intente volver a repoblar este medio, pretendiendo dedicar solares o zonas verdes de las grandes ciudades, para un uso no contemplado en ningún Plan Urbanístico. No podemos estar de acuerdo, los que vivimos en el medio rural en épocas pasadas, donde el cultivo de los huertos era cuestión de supervivencia, en tener que pagar con nuestros impuestos, el coste de unas concesiones para el uso y disfrute de unos cuantos, sin que aporten ningún beneficio al resto de la sociedad, pues para los nuevos hortelanos, el cultivo de estos huertos, no es cuestión de supervivencia.

  El huerto como supervivencia, no como hobbie

    Está idea de apellidar ecológico a un huerto, lleva consigo la prohibición de arrancar las malas hierbas, y de matar los pulgones y los escarabajos de las patatas, pues no se podrán utilizar herbicidas, pesticidas….etc, dejando al aficionado hortelano a que luche solo contra la naturaleza, en cuya lucha saldrá derrotado, siendo un milagro recolectar algún producto que no haya sido atacado, presentando la marca de la plaga correspondiente. No es que vayan a venir las siete plagas de Egipto, y todo lo plantado desaparezca, pero los productos recolectados presentaran un aspecto, que será difícil que entre por los ojos, primer sentido para despertar el sentido del gusto.

    Existe otro problema con los huertos ecológicos, que no es otro que el de la estacionalidad de su producción, ya que mientras el periodo de reposo vegetativo, tendremos que consumir los productos procedentes de cultivos intensivos, pues no nos acostumbraremos a prescindir en invierno de los cultivos recolectados en verano.

    Para los nostálgicos que abandonaron las zonas rurales, para vivir cerca de sus hijos y nietos en las grandes ciudades, sería mejor, en vez de proporcionarles un lugar para que practiquen sus reminiscencias doblando el lomo, duro y doloroso trabajo para su edad, enseñarles a conocer lo que no pudieron aprender, mediante el manejo de instrumentos informáticos, que les acerquen al conocimiento de la cultura, que nuca conocieron por el aislamiento de los mismos en los núcleos rurales.

 ¿Llegarán los huertos urbanos a Callao o a la Puerta de Alcalá?

    De todos modos, sean bienvenidos estos huertos urbanos,aunque ambos conceptos sean contradictorios, porque entre oras cosas, servirán para que los niños de ciudad vean como las lechugas salen del suelo, y no tengan que llegar a la mayoría de edad, imaginando como nacen en las ramas de los árboles. El dinero empleado en construir estos bancales artificiales, consideramos que estará bien gastado, si su objetivo no es el de la producción, sino el de la enseñanza práctica a los niños urbanos, de un ciclo biológico de año y vez, durante el cual las plantas se cultivan para nacer de las semillas, crecer,madurar, diseminarse y morir. Esta enseñanza, sin duda, les introducirá a comprender mejor los misterios básicos de la naturaleza, y a permanecer vigilantes para que no se rompa el ciclo en ninguna de sus fases, pues en ese caso, será un fracaso del hortelano.