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    Uno se siente estafado o engañado, cuando paga por un producto el valor que se fija para el mismo, y lo que le entregan a cambio, no se corresponde con el compromiso que ambas partes, la que da y la que recibe, se comprometieron a cumplir bajo contrato. Por poner un ejemplo, para que todo el mundo nos entienda, una GRAN ESTAFA se identifica en España, tanto la que hace años se produjo con el caso SOFICO, como las más recientes del FORUM FILATELICO y de los BOSQUES NATURALES. En casi todos los casos, el ciudadano se siente engañado, y no resulta fácil que se le devuelva el dinero, pues se le suele acusar de pretender una rentabilidad muy superior a la del mercado, cuando todas estas GRANDES ESTAFAS, se montan mediante continuadas campañas de PROPAGANDA MEDIATICA (prensa, radio y televisión), sin que ninguna INSTITUCION del ESTADO avise al consumidor, de la posible falta de CLARIDAD de estas ofertas, sin que jamás haya escuchado este aviso, antes de tomar una decisión que pudiera poner en duda aquello que se le ofrece.

    Sin que sirva como justificación, también algunas de las GRANDES COMPAÑIAS son objeto de GRANDES ESTAFAS, como estamos viendo ahora, basadas en la EXTORSION practicada por EMPRESAS como AUSBANC Y MANOS LIMPIAS, corporaciones que durante muchos años han sido consideradas como empresas MODELO, fundamentalmente por la CLASE POLITICA, al proteger a los más DEBILES en defensa de los más PODEROSOS, cuando en realidad esto era considerado como una tapadera de la ESTAFA, que ni los mas preparados DIRECTIVOS en ECONOMIA Y COMUNICACION de las empresas extorsionadas fueron capaces de descubrir, aunque estos fallos no puedan justificar aquello de que “MAL DE MUCHOS CONSUELO DE TONTOS”.

    Pero a la GRAN ESTAFA que yo me refiero, es aquella que presumiblemente haya podido perpetrar el ESTADO, tomando como actores a la clase política que ha GOBERNADO este país, durante toda la etapa DEMOCRATICA, por haber sido ellos los que han establecido toda la normativa legal, para GESTIONAR los FONDOS DE PENSIONES que hemos aportado solo los españoles que percibimos, lo que han dado en llamar PENSIONES DE JUBILACION CONTRIBUTIVAS. Todos los que como este que suscribe, hemos estado aportando de nuestro sueldo al ESTADO, durante los últimos CUARENTA Y CINCO AÑOS de vida activa, una cantidad mensual para alcanzar una PENSION máxima a la JUBILACION, nada le debemos al ESTADO, pues la PENSION de jubilación que percibimos, fue descontada de nuestro sueldo, y debería proceder de la capitalización que el ESTADO se comprometió a devolvernos, después de GESTIONAR las aportaciones que le entregamos para su custodia.

    El problema fundamental es que aquí , como vulgarmente se dice, se mezclaron “ las churras con las merinas”, y se crearon lo que se dio en llamar las PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS, y aquí está la ESTAFA, pues estas en lugar de pagarse con una partida procedente de los PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO, para que todos los españoles contribuyéramos con nuestros impuestos, se cargan desde su creación al FONDO DE PENSIONES de la SEGURIDAD SOCIAL, que solo hemos pagado los que percibimos o percibiremos una PENSION CONTRIBUTIVA. Además, cada día que pasa, a sabiendas que estas PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS se pagan con el FONDO DE PENSIONES, a personas que nada aportaron a este FONDO, se nos amenaza a los que lo creamos con aportaciones OBLIGADAS, de nuestros continuados SUELDOS, con la posibilidad de rebajas de nuestras PENSIONES DE JUBILACION. Para justificar estas rebajas, se nos asegura que para percibir nuestras PENSIONES que son CONTRIBUTIVAS, llegará el momento que pueden estar en peligro, si no aumenta el número de ciudadanos en activo, como si tuviéramos que depender de las aportaciones de estos, lo mismo que si de una ESTAFA PIRAMIDAL se tratara. ¡ EL COLMO !

    Si esto sucediera, sería consecuencia de que parte de los citados FONDOS, se habrán empleado en finalidades distintas, lo que sería una MALVERSACION, a las que se comprometieron ambas partes, el ESTADO y los COTIZANTES, cuando estos FONDOS se crearon, con el fin único de, llegado el momento de nuestra JUBILACION, abonarnos las PENSIONES correspondientes a nuestras APORTACIONES.

    No se puede estar continuamente escuchando a los GOBIERNOS del ESTADO, como GESTORES del DINERO que les entregamos para CAPITALIZAR,o cuando menos CONSERVAR, nuestro PLAN PUBLICO DE PENSIONES, que lo han empleado para otros fines distintos, como el de PAGAR LAS PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS, o como se dice para la inversión en determinadas INFRAESTRUCTURAS, cuando ambos supuestos solo caben en los PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO, y desviarlos hacia los PRESUPUESTOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL, que se mantienen con el pago de las cotizaciones de todos los TRABAJADORES Y DE LAS EMPRESAS, solo conduce, si se gestionan mal, a la QUIEBRA de la misma, junto al deterioro de los SERVICIOS que se PRESTAN a los más DEBILES.

    Continuar creyendo que todo se soluciona mirándolo bajo el PRISMA DE LA SOLIDARIDAD, cuando son menos los que aportan que los que reciben, conduce, como más arriba decimos, a la QUIEBRA de cualquier SISTEMA, además de repartir MISERIA. Pero hasta que esta llegue, los que cotizamos tenemos la obligación de sentirnos ESTAFADOS, y exigir que la carga de las PENSIONES DE JUBILACION, de los que nunca cotizaron, se reparta, por una cuestión de JUSTICIA distributiva, entre todos los CONTRIBUYENTES, a través de sus IMPUESTOS.