Resulta fácil recordar, a los que somos de PUEBLO, la convivencia con LOS GATOS, dentro de esas CASONAS en las que vivíamos con nuestra familia, y en la que estos eran el principal animal doméstico con el que compartíamos nuestro día a día. Estas casas disponían de un anejo al descubierto, corral o patio, en el que nuestros MAYORES nos fomentaban el amor a lo animales, más próximos a nuestro entorno, que encerrados en jaulas, como las características PERDICES Y JILGUEROS. Las primeras sustraídas de la pollada que se crió en el ribazo de la viña, y los segundos los que salieron adelante criados por sus padres, del nido del árbol del paraíso del corral, que una vez que abandonaron el cascarón, encerrábamos en una pequeña jaula colgando del mismo.

    A unas y otros cuidábamos, suministrándoles sus comidas favoritas, ya fueran garbanzos troceados que en remojo se volvían blandos, para las perdices, o semillas de los grandes cardos, que recolectábamos por los eriales, para los jilgueros. Como entonces, hace más de SESENTA AÑOS, no existían casas especializadas que vendieran piensos para este tipo de animales, nos las teníamos que ingeniar para buscar su comida en la NATURALEZA en la que vivían. A cambio de nuestros cuidados nos devolvían sus cantos y trinos, con los que deleitaban nuestro oídos, que ahora para escucharlos tendríamos que recurrir a una grabación de alta fidelidad, y si nos acercábamos, llenaban nuestra retina del variado y brillante colorido de sus plumas.

    Pero en el patio, además de las aves mencionadas, siempre situadas en alto, para que el verdadero REY del mismo, que era el PERRO, no terminara con ellas, solía haber encerrados en un corral, protegidos con malla conejera, algunos conejos cogidos cuando eran gazapos en la última primavera. Con esta fauna crecimos, por lo que con ella compartimos nuestro AMOR a los animales y a la NATURALEZA que los sostenía.

    Pero si volvemos a los GATOS y los PERROS, a estos siempre los consideramos como nuestros servidores, a los que a cambio de nuestra PROTECCION y ACOGIDA en nuestro hogar, les pedimos, a los primeros, que mantuvieran la población de los ratones, por debajo del número necesario para que hicieran estragos en los alimentos de nuestra despensa, y a los segundos, para avisarnos en la noche, con sus ladridos, de cualquier extraño que se acercase a nuestra casa, aunque no fuera con afán de robar. Sin duda ahora hemos avanzado mucho en estas prestaciones, pues disponemos de ahuyentadores eléctricos contra roedores, así como compañías de seguridad que nos avisan de visitas desagradables que no llaman a nuestra puerta.

    Pero no deja de ser sorprendente, la noticia que estos días leí en un periódico de tirada nacional, que decía:

    “Carmena crea un cuerpo de criadores de gatos”

    Me interesé por la noticia, y pasé a leerla, pues me parecía otra ocurrencia de la ALCALDESA, a la que nos tiene acostumbrados a los vecinos de MADRID.

    Para empezar descubrí que se trata de oponerse a la Ley de SACRIFICIO ANIMAL promovida por el GOBIERNO REGIONAL, para limitar los problemas que la presencia de GATOS CALLEJEROS originan en los barrios, y estabilizar el tamaño de las colonias. Y digo de oponerse, porque no se trata en ningún caso de reducir estas poblaciones, sino de imponer el método conocido como CES ( captura-esterilización-suelta), con el que difícilmente se reducirán las poblaciones, ante la imposibilidad de la esterilización total de todos los individuos.

    La multiplicación de estas poblaciones gatunas, que puede transformarse en un problema sanitario de primer orden, no es cuestión de solucionarlas dando CARNETS a personas que se declaren amigas de los animales, o que pertenezcan a ASOCIACIONES PROTECTORAS de los mismos, y exigirlas lo imposible, como la de controlar a todos los miembros de la colonia, identificándolos con una ficha, en la que figure una fotografía, su capa, sexo, edad aproximada, evaluación sanitaria y estado de esterilización y desparasitación. Parece excesivo lo exigido, a no ser que lo que se pretenda es la contratación de todos estos colaboradores, con contratos DIGITALES que no sobrepasen los 18.000 EUROS.

    Se supone que el AYUNTAMIENTO dispondrá de unos SERVICIOS VETERINARIOS, con competencia probada, tras la aprobación de sus plazas por los componentes, mediante las pertinentes OPOSICIONES, capaces de controlar con EFICACIA las abultadas poblaciones de GATOS CALLEJEROS.

    Recurrir a los AMANTES DE LOS ANIMALES para estos menesteres, no deja de ser algo CONTRADICTORIO, pues obligarles a capturar a todos los individuos para ESTERILIZARLOS, no parecen actuaciones acordes con el AMOR que dicen tener a estos ANIMALES, al tiempo que los privan de sentir el único acto que, durante el CELO, les inclina a emparejarse entre los distintos sexos, para trasmitir la VIDA. Privar de este SENTIMIENTO a estos MAMIFEROS, único que parece que pueden sentir, no deja de ser una CRUELDAD, cuando se les quiere transformar en un TROZO de CARNE con OJOS. Desde luego hay AMORES que son peores que la MUERTE, como son los de privar a nuestros AMADOS ANIMALES de sus sentimientos más primarios.

    No sabemos la forma de parar esta nueva CARMENADA, pero no parece creíble que a este primer CENTENAR de personas a los que han entregado uno de estos CARNETS, corran con todos los gastos de las obligaciones a las que se han comprometido. Muchos de ellos han reconocido, que se gastan al mes más de 250 EUROS, para comprar comida a estos GATOS CALLEJEROS. Esta claro que cada cual con su DINERO puede hacer lo que quiera. Pero si estos mismos, son los que manifiestan que, en MADRID, hay miles de niños, que se encuentran en estado de POBREZA SEVERA, podría ser un buen momento, para que TODOS, incluidos los AMANTES de los ANIMALES, marcáramos PRIORIDADES para atender primero a los NIÑOS, para solucionados sus problemas de POBREZA SEVERA, acudir después después a los ANIMALES.