Terminado el mes de agosto, este no nos ha dejado, como otros años, las típicas serpientes de verano, sino un montón de “culebrones”, y no precisamente venezolanos, si no tipicamente españoles, consecuencia de la corrupción política que nuestra democracia no fué capaz de atajar, desde aquel momento en el que todas las instituciones del Estado, se vieron salpicadas por las actividades corruptas de sus gestores políticos, desde el Banco de España al Ministerio del Interior, pasando por prestigiosas ONGS internacionales com la Cruz Roja.

    Olvidado todo lo anterior, aunque nadie restituyera a las arcas públicas todo lo robado, creíamos que aquello había pasado a la historia, cuando en realidad muy pocos purgaron sus penas en la cárcel, y estos pocos fueron inmediatamente indultados por sus adversarios políticos, cuando estos llegaron al poder.

    Pero “vuelve la burra al trigo”, como se dice vulgarmente, y ahora se lo han llevado, según auto de una jueza, presuntamente, creando una trama para delinquir. Trama a la que se le despejaba la incógnita, una vez que al dinero, procedente de los Presupuestos, se le abría la puerta para escapar de los pertinentes organismos de control, con lo cual, como decía aquella Ministra de triste recuerdo, los dineros pasaban a no ser de nadie, y al quedar fuera de toda titularidad, se justifican noticias de prensa como las siguientes: “Recibió 20 millones de euros para organizar cursos de lectura de prensa, cine subtitulado o visitas al zoo” .

    Nadie puede discutir la clara productividad que puede generar impartir estos cursos, entre los parados, aunque fuera de bromas, esta malversación no se hubiera producido, si la trama creada no hubiera hecho desaparecer los controles.

    “A mi que me miren los bolsillos, que no encontrarán nada” ¡Hombre! Nadie le ha dicho que es Ud un ladrón, pues eso es lo que sería por robar. Lo que le pre-imputan es que ha colaborado en crear una trama para delinquir, y por lo que parece, presuntamente, esta trama ha servido para malversar fondos , no a diestro y siniestro, si no fundamentalmente a la “sinistra”.

    “Iré a declarar ante los jueces y funcionarios de hacienda que correspondan” ¡Estaría bueno! Después de confesar que ha ocultado durante más de 30 años, dinero sin declarar en el extranjero.

    Pero todo lo que pueda estar relacionado con la “distracción” del dinero público, ya sea por cobro de comisiones en las licitaciones públicas, o por cualquiera de las distintas formas de malversación, siendo grave, no es más que dinero, que si no lo restituyen los corruptos, como hasta ahora, seremos los sufridores contribuyentes los que con el pago de nuestros impuestos acabaremos cuadrando las cuentas.

    Lo malo es cuando la corrupción alcanza a conceptos como el del conocimiento, como es el caso de la situación de nuestras universidades en el “Ranking Shanghai”, en el que nuestra Complutense se sitúa detrás de las 400 universidades más importantes del mundo, y nadie se inmuta ante este dato. Es decir, que un licenciado por esta Universidad, tiene a cuatrocientos mejor preparados que él, aspirando a un trabajo en este mundo globalizado, por lo que parece que no exageramos si decimos que estamos sacando al mercado de trabajo “licenciados basura”

    Esta corrupción si que es grave, aunque la noticia haya pasado sin que nadie pida la dimisión del Rector, que alguna responsabilidad tendrá su gestión en estos resultados. Insistimos en que es grave, porque a nuestros universitarios les estamos dando, a cambio de su esfuerzo, un titulo con el cual le será muy difícil competir con 400 titulados, que salen de otras universidades que gozan de mayor credibilidad que nuestra “complu”. Este tiempo perdido en la formación ya no se resuelve con dinero, pues el tiempo pasado es algo que no se puede restituir, ni recuperar los conocimientos no recibidos.

    Es increible que los catedráticos de esta universidad no sean capaces de cambiar el rumbo de la misma, aunque el Rector, por los resultados, parece que sigue apostando más por la ideología que por el conocimiento. Parece que su disculpa es que el presupuesto de la de Harvard, que es la primera del ranking, es de dos mil millones de euros, mientras que el de la “complu” es de quinientos millones, sin que como matemático se le ocurra pensar en la proporcionalidad, y deducir, que siendo su presupuesto la cuarta parte de la primera, no es posible ser, por mucho que se empeñe, la 400 por conocimiento.

    No es difícil imaginar que si la Complutense, sigue el camino de imponer la ideología, como método principal para implantar el conocimiento, como ha sucedido con los dos últimos rectores, tardará muchos años en recuperar el prestigio que tuvo.

   Ultimamente, a lo mejor es una sensación mía, cuando veo al Sr.Carrillo aparecer en cualquier acto televisado, siempre lo veo riendo, por lo que me gustaría preguntarle, en plan castizo: ¿De que se rie Ud? Por respeto a los contribuyentes, que somos los que le pagamos todos sus dispendios, deje de firmar títulos tan desprestigiados, comprometiendo a S.M el Rey en el encabezamiento de los mismos, y por dignidad de todos los titulados bajo su mandato ¡MÁRCHESE!. Petición que deberían hacerle todo el claustro de profesores, sin entrar a juzgar el aspecto “pocilguero” que presentan muchas fachadas e interiores de las facultades de la universidad de la que es Rector, indignas de ser presentadas en parte alguna del mundo desarrollado al que pertenece España, en el que ocupamos un puesto dentro de los 20 primeros países. Una universidad pública, la primera en número de alumnos de España, debería ser, para los que defendemos lo público, un ejemplo para todas las demás, en lugar de avergonzarnos de lo que actualmente representa, tanto bajo el punto de vista de la ética como de la estética.