Como castellano-manchego que me siento, pues en esa comunidad autónoma nací, siento vergüenza ajena que el Presidente actual de la misma, quiera romper la solidaridad con otras comunidades, al negarles parte del agua del rio Tajo, como si el río fuera de su propiedad. A lo mejor por su ignorancia, que sin duda conduce a la prepotencia, ha creído que las compensaciones que nuestra comunidad ha recibido, por los trasvases realizados, eran el pago al derecho de propiedad del mencionado río. Cabría preguntarle, cuando se refiere a los nefastos abastecimientos de los pueblos ribereños, ¿dónde han invertido el importe de estas compensaciones los distintos Presidentes de su partido, que han gobernado esta comunidad durante más de TREINTA de los últimos CUARENTA años?

    Sería bueno también, porque las comunidades cedentes son también Madrid y Extremadura, que nos explicara si estas comunidades están de acuerdo con suprimir estos trasvases, que solo pueden realizarse cuando las condiciones de estrés hídrico de la cuenca receptora sean extremas, o es una decisión, como parece, exclusivamente suya. Si es así, su hipocresía política es manifiesta, pues usted apoyó la derogación del Plan Hidrológico nacional, hace más de DOCE años, para sustituir los trasvases por desaladoras, para suministrar agua a LEVANTE. Esta política desastrosa, que, según la Ministra del momento, iba a suministrar “agua en más cantidad, en menos tiempo y más barata”, fue un total fracaso, sin que esta maravillosa solución sustitutiva llegara a cumplirse, por ser un perfecto TIMO, al carecer de cualquier tipo de viabilidad económica, pues DOCE años después, NI MAS AGUA NI MAS BARATA.

    Lo peor de este TIMO político, nada menos que sobre un elemento indispensable para la vida y escaso como el agua, apoyado por usted, es que la UE nos ha recordado que “una cantidad considerable de fondos europeos, unos MIL QUINIENTOS MILLONES de euros, han sido invertidos en los últimos años en plantas desaladoras en España. Hemos tomado nota de la declaración ante este Parlamento de que están funcionando al 16% de su capacidad. Esto cuestiona la efectividad del uso del dinero de los contribuyentes europeos.” La Comisión europea espera que “el gobierno español tomó las medidas apropiadas para conseguir el mejor uso de estas infraestructuras pagadas con fondos europeos”. Lo contrario “podía tener un fuerte impacto negativo en la disponibilidad de fondos europeos para España”. Después de estos avisos y reprimendas de la UE, hay que tener valor y cara de cemento armado, para olvidar esta tropelía, cuyo objetivo principal era suprimir los trasvases como el Tajo-Segura, sin que este objetivo se haya cumplido, a pesar de una inversión con reformados, superior a DOS MIL MILLONES de euros.

    Como buen socialista que el Sr. García-Page dice ser, se olvida que el proyecto de trasvase Tajo-Segura se inicia en 1932, propiciado por Don Indalecio Prieto, aunque su puesta en marcha, por circunstancias históricas de todos conocidas, no se hiciera realidad hasta treinta años después. Olvidar estos orígenes, cuando esta infraestructura hidráulica era, a semejanza de las que se han realizado en los países más avanzados, para dar agua a los ciudadanos de su país que tienen sed, es querer volver CIEN años atrás, y dejar que estas tierras se DESERTIFIQUEN, que por si no sabe lo que esto quiere decir, es que estos territorios se conviertan en un desierto poblacional. No cuesta nada reconocer que, si estas ideas que contribuyen a igualar el acceso a todos los bienes esenciales para la vida, a la totalidad de los habitantes de un país, deben potenciarse y conservarse, como único medio para mantener la cohesión territorial de una nación.

    Ahora que todo estamos debatiendo que debemos ser solidarios con prestar asistencia sanitaria, a los inmigrantes que vienen a nuestro país, huyendo desde otros países del hambre y las guerras, y se encuentran sin “papeles”, no es de recibo que no queramos saciar la sed, a las personas que, en situaciones climáticas de sequía extrema, son nuestro vecinos y compatriotas. Negar este auxilio es negarles la vida, pues el agua es uno de los componentes esenciales para que exista la misma. No deja de ser IM -PRESIONENTE, en dos palabras, que un jefe de una Taifa, pretenda distribuir un bien que corresponde a todas, sin contar con todos los demás, y atribuirse el papel de que el agua es suyo. Estas atribuciones típicas más de un régimen totalitario, no se corresponden con un socialismo democrático, si no es por la presión de los socios populistas que te mantienen, pues los bienes comunales, se gestionan para distribuirlos entre todos en régimen de igualdad, y no para privar a una parte de la comunidad, en su perjuicio, de los mismos, pues ello es someterlos a un régimen de esclavitud, que sería políticamente hipócrita sostenerlo, por un partido socialista cuya ideología está muy alejada de dejar desprotegidos a los más débiles, por haber nacido y vivir en los territorios situados en zonas menos favorecidas para la vida por el clima.

    Hay determinadas cuestiones en las que, los llamados políticos, no pueden estar continuamente en la indefinición, sobre todo en temas tan fundamentales para la vida como el agua. Es obligación de todos los partidos políticos, proyectar un PLAN HIDROLOGICO NACIONAL, en el que ninguna Comunidad se encuentre discriminada, y la solidaridad de los que, por su situación geográfica, la naturaleza les favorezca con mayores precipitaciones, puedan ceder el agua que les sobre, a las que carecen de ella. Esta política del agua sería la acertada para el SIGLO XXI y siguientes, pues seguir sin querer salir de la guerra del agua, en que nos encontramos, desde hace más de dos SIGLOS, incluso sin seguir las enseñanzas del sabio pueblo romano, de llevar el agua, mediante costosas infraestructuras, desde donde sobra hasta donde se necesita, nos conducirá, más pronto que tarde, a los desiertos poblacionales que mencionábamos más arriba.

    Después de la derogación del último Plan Hidrológico Nacional y sustituirlo por el fallido plan de las desoladoras, da miedo pensar que mediáticamente se pueda intentar borrar algo tan reciente, que tanto daño ha hecho a este país, empezando por perder unos fondos europeos para su financiación, que tantos puestos de trabajo hubieran generado en el tiempo, tanto para su construcción como para su conservación. Si no se consigue pronto, pues así llevamos más de DOCE años, el consenso que lograron todas las instituciones, para redactar y ejecutar un nuevo plan que sustituya al derogado, seremos el único país del mundo, entre los más avanzado, al que se le ha cortado el crecimiento, pues a su clase política no le importa conocer hasta donde pueden ser aprovechadas sus reservas de agua.

    Para terminar, un consejo: CON LAS COSAS DE COMER NO SE JUEGA, ni siquiera políticamente, pues a resolverlas es a lo único que tienen que contribuir los elegidos por el pueblo, lo demás conducirá a mas sed, más pobreza, menos trabajo y menos solidaridad.