En plena campaña en ESPAÑA sobre los INCENDIOS FORESTALES, muchos de los que seguimos con atención este fenómeno, nos escandalizamos cuando la CLASE POLITICA, con el SILENCIO ignorante o interesado de algunos llamados TECNICOS, utilizan las ESTADISTICAS para ocultar su INCOMPETENCIA, ante los resultados tan DESASTROSOS obtenidos en los últimos CUATRO DECENIOS, que deberían cambiar la POLITICA empleada para el combate de este fenómeno, que al producirse de forma SISTEMATICA, no ALEATORIA, no es posible contemplarla como una EMERGENCIA desde el mismo momento que se inicia, pues el número de incendios forestales, que supera en los dos meses de mayor riesgo los 15.000, recomienda que se planifique su combate como un fenómeno dentro de la normalidad.

    Hemos repetido en múltiples ocasiones que, desde que se traspasaron las competencias sobre los temas forestales a las distintas AUTONOMIAS, las referidas al COMBATE de los incendios forestales, fueron cambiadas por la mayoría de estas, por otras menos eficaces, como así lo prueban las ESTADISTICAS de las últimas DECADAS.

    En el pasado mes de agosto, la propia MINISTRA de Agricultura manifestaba, en unas declaraciones, que más del CINCUENTA POR CIENTO de los incendios forestales, eran DETECTADOS y COMUNICADOS a las AUTONOMIAS, sin duda de forma imprecisa, por la SOCIEDAD CIVIL. Al escuchar este dato, al que debo otorgar credibilidad, me pregunto: ¿ Que ha pasado con las REDES de DETECCION de incendios forestales, que existían en todas las PROVINCIAS de ESPAÑA, cubriendo todos sus MONTES ARBOLADOS desde hace más de CINCUENTA AÑOS, con vigilancia continuada desde la salida a la puesta del sol? Si como parece estas infraestructuras preventivas han desaparecido, no es posible ordenar el ATAQUE AUTOMATICO, con la rapidez y los medios adecuados, por los TECNICOS encargados de GESTIONAR el PLAN CONTRA INCENDIOS FORESTALES, dando lugar a que cuando estos se producen, sea mayor la duración de los mismos, así como la superficie por ellos recorrida. Pero lo más sorprendente, es que cuando se ha prescindido de estos métodos de DETECCION, no se hayan sus sustituidos por otros más eficaces, y como mejora de loa mismos se acuda a la SOCIEDAD CIVIL, cuando esta paga unos elevados impuestos, para que las distintas ADMINISTRACIONES cuenten, con los PLANES contra incendios forestales mejor DOTADOS del MUNDO, como así es, y después se les pida cuentas por su deficiente GESTION, como así no sucede.

    Las ESTADISTICAS de los últimos DECENIOS nos dice que existen AUTONOMIAS como, por ejemplo, la COMUNIDAD VALENCIANA, en la que la SUPERFICIE ARBOLADA MAXIMA ADMITIDA QUEMADA por año, asciende a 628 HECTAREAS, mientras se queman, por anualidad, una media de 8900 HECTAREAS ARBOLADAS, lo que supone una media de más de 8200 HECTAREAS ARBOLADAS por campaña, que totalizadas para los últimos TREINTA AÑOS alcanzan la desaparición, arrasadas por el fuego, de UN CUARTO DE MILLON de HECTAREAS, lo que supone un 40% de toda la SUPERFICIE ARBOLADA de esta COMUNIDAD. Estas escandalosas cifras, que parece que este año se van a mantener, no parecen invitar a las AUTORIDADES AUTONOMICAS, a CAMBIAR el PLAN existente de PROTECCION CONTRA INCENDIOS FORESTALES, por los continuados resultados DESASTROSOS obtenidos, durante los últimos DECENIOS, sobre la CONSERVACION de su SUPERFICIE FORESTAL ARBOLADA. Pero creo que es mucho más grave, que los PROFESIONALES ante estas ESTADISTICAS CALLEN, pues su silencio les hace COMPLICES. Organizaciones no gubernamentales como ADENA, ya se están manifestando, pidiendo a las AUTORIDADES que correspondan, que rectifiquen su GESTION poco acertada de los últimos años, si quieren que los incendios paren de seguir arrasando nuestros Bosques, y caminar más deprisa hacia el DESIERTO.

    Si vamos con los último datos ESTADISTICOS sobre la intencionalidad de los INCENDIOS FORESTALES, tanto La opinión PUBLICA como la opinión PUBLICADA, cree que la mayoría de los incendios son intencionados. Está claro que si solo el 4% se producen por causa naturales, el resto son provocados por el HOMBRE, ya sean por NEGLIGENCIA o con INTENCIONALIDAD. Pero pasar a trasmitir este mensaje, cuando las ESTADISTICAS de las últimas DECADAS reconocen que el 20% de los INCENDIOS FORESTALES no tienen una causa conocida, y la intencionalidad solo está probada en el 45% de los casos, porcentaje sin duda muy importante, es magnificarlo en detrimento de los otros tipos de causas que pueden ser corregidas a más corto plazo. Pero aquí hay que insistir en que las distintas AUTONOMIAS no pueden seguir prescindiendo de una vigilancia DISUASORIA en los MONTES, al menos durante la época de RIESGO DE INCENDIO, pues esta fue suprimida cuando la GUARDERIA FORESTAL desapareció como cuerpo específico, pasando a ejercer labores burocráticas, en lugar de las propias de su nombre. En cualquier caso, siguiendo los datos ESTADISTICOS, si en las últimas DECADAS, del total de las INVERSIONES de los PLANES para combatir los INCENDIOS FORESTALES, el 80% de las mismas se dedica a los medios de EXTINCION, y el 20% restante a PREVENCION, no sería ninguna locura equilibrar ambas partidas, para conseguir una vigilancia, cuando menos, para que en muchos de los incendios no que quedara sin identificar la autoría de los mismos. Aunque en algunos casos, en los que el territorio presenta una quebrada orografía, es necesario recordar que es normal, si el incendio no se ataca en los primeros momentos, que este se propague por medio de varios frentes, por lo que la existencia de estos, no significa que el incendio sea intencionado.

    Cuando no se quiere entrar en las ESTADISTICAS, para dar soluciones a la ocurrencia de un determinado fenómeno, hay gente que se dedica a lanzar determinadas columnas de humo, para que se distraiga la SOCIEDAD CIVIL, sin darla respuesta a lo que se está solicitando de los PROFESIONALES, que no es otra cosa que soluciones para combatir los INCENDIOS FORESTALES de manera eficaz. Cuando este sucede y el PROFESIONAL, si no es esta su especialidad, no le envía BIBLIOGRAFIA para beber en la fuente de la CIENCIA, pues existe abundante bibliografía sobre como combatir los grandes incendios, y se dedica a identificar como un RIESGO EMERGENTE a nuestros INCENDIOS FORESTALES de JAVEA o de Galicia, comparándolos con los incendios que ocurren en la “INTERFAZ” urbana de CALIFORNIA y AUSTRALIA, supone un desconocimiento total de estos territorios, pues ni la trama urbana, ni la topografía de los mismos, nada tienen que ver con ESPAÑA. Parece que los PLANES PARCIALES que dieron origen a las URBANIZACIONES evacuadas de VALENCIA, fueron construidos sin que se tuviera en cuenta el GRAVE RIESGO de INCENDIOS FORESTALES a las que, en todo momento, estaban sometidas, y evitar su construcción, rodeadas de abundante combustible vegetal, debería haber sido una obligación de la COMISION PROVINCIAL DE URBANISMO, a la que ya correspondía esta competencia, incluso antes de la creación de las AUTONOMIAS. En cualquier caso una PROFESION como la de los INGENIEROS DE MONTES, que aunque otros profesionales puedan creer que no sabemos mucho sobre como combatir los INCENDIOS FORESTALES, somos los únicos a los que la SOCIEDAD, mediante los conocimientos que hemos REVALIDADO ante las POLITECNICAS correspondientes, hemos sido preparados para DIRIGIR y GESTIONAR este fenómeno, y si se cometen errores, denunciarlos, insistentemente, para tratar de proteger al máximo nuestro PATRIMONIO FORESTAL, cada vez más escaso.

    Si tenemos las ESTADISTICAS más completas sobre INCENDIOS FORESTALES desde la DECADA de los SESENTA del pasado SIGLO, siempre suponiendo que determinadas AUTONOMIAS hayan seguido suministrando datos , después de las TRANSFERENCIAS, al ESTADO CENTRAL, es obligado y necesario que los datos suministrados por ELLAS, se empleen para corregir, cuanto antes, todos los errores cometidos, para que así se consiga disminuir la ocurrencia de este fenómeno. Por ejemplo, si la CLASE POLITICA lleva DECADAS y DECADAS pidiendo el aumento de PENAS para los INCENDIARIOS, debería obligar, antes de insistir en esta petición, a las COMUNIDADES AUTONOMAS, a poner la VIGILANCIA necesaria en loa MONTES, como ayuda indispensable para identificar a los PIROMANOS, pues sin esta IDENTIFICACION es imposible aplicarles ningún tipo de PENA.

    Si los PROFESIONALES, con la ayuda de nuestro COLEGIO y ASOCIACION PROFESIONAL, no somos capaces de ajustar los Planes existentes para combatir los INCENDIOS FORESTALES, que nos acerquen cada vez más a las TASAS DE QUEMA PERMISIBLES, disminuyendo la superficie arbolada quemada de nuestros BOSQUES, tendremos que manifestarlo a la SOCIEDAD CIVIL, para que tomen nota y se unan a esta LUCHA. Pues si se siguen quemando nuestros BOSQUES, alcanzando según las ESTADISTICAS, más de DOS MILLONES DE HECTAREAS ARBOLADAS quemadas en las últimas CUATRO DECADAS, equivalente a tres veces la superficie de la provincia de PALENCIA, poco a poco estará desapareciendo la BIODIVERSIDAD de estos suelos, para terminar ocupados por matorrales INVASORES y REGRESIVOS, donde los ARBOLES brillen por su ausencia.